jueves, 23 de abril de 2020

Texto reflexivo sobre la cultura argentina

Autor: Emanuel Kaczmar

Hay una cosa que cabe destacar antes de empezar y es que el país se ha forjado a partir de una mezcla de culturas de distintos grupos étnicos, ya sean costumbres de grupos nativos americanos o europeos las cuales hemos ido adoptando a lo largo del tiempo. Muchas de estas culturas al llegar no eran aceptadas y eran propias de los sectores populares.

Si hay algo entonces por lo que se destaca la cultura argentina, es por la pluralidad y diferencia de costumbres que hay a lo largo del país. Si hablamos del tango, podemos mencionarlo como un emblema de la nación, pero éste tiene más difusión en Buenos Aires, mientras que si, por ejemplo, nos vamos más al norte, van a predominar otras danzas nativas creadas por los pueblos originarios como la zamba, el gato (bailecito), el carnavalito, etc.  Así como también va a haber otro tipo de platos o costumbres propias de la zona que están fuertemente influenciadas por las comunidades nativas. 

Por otro lado, también tenemos las inmigraciones europeas que trajeron consigo a millones de inmigrantes del viejo continente (italianos y españoles mayormente) que se produjeron a partir de 1870 y culminaron en 1930. Vinieron con su sello cultural y muchas de sus costumbres se implementaron con la nuestra, desde platos hasta el lunfardo que utilizamos cotidianamente.

Entonces, reforzando lo dicho anteriormente, decimos que la cultura argentina está marcada por los cambios que introduce esta gran variedad costumbres, y que a su vez con el paso del tiempo las fuimos apropiando a nuestra manera. Hay muchas formas de que se produzca un cambio de cultura, estas van desde la Aculturación, que se da de manera forzosa e impuesto, como por ejemplo en la Conquista de América; la Transculturación, que se da cuando un grupo social adopta las formas culturales que provienen de otro grupo, por ejemplo, en las inmigraciones europeas; o la Enculturación, que es el proceso en el que el individuo se culturiza, es decir, el proceso en el que el ser humano, desde que es niño o niña, se culturiza.

Y teniendo estos cambios a lo largo del tiempo y esta diversidad en cuenta nos hacemos la siguiente pregunta ¿La cultura tiene límites y/o puertas de entrada o salida? Pues, la respuesta es que no, por ejemplo, con los países de la región se comparten muchas costumbres como el mate, lenguas como el quechua o guaraní, platos, etc. Tenemos también el caso de las costumbres europeas, que desde el otro lado del mapa vinieron para quedarse.

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